jueves, 26 de noviembre de 2015

Libros leídos 2015 - 39 - Revival - Stephen King

Libros 1 al 10
- Libros 11 al 20
- Libros 21 al 30
- 31 - Los surfistas nazis deben morir - Edward Cross
- 32 - Y pese a todo (Extinction) - Juan De Dios Garduño
- 33 - Una hamburguesa para cenar - Javier Martos
- 34 - Otros reinos - Richard Matheson
- 35 - Naufragio en el tiempo - Georges Murcie
- 36 - Revividos - Ralph Barby
- 37 - El sustituto - Brenna Yovanoff
- 38 - El vigilante - Peter Terrin
- 39 - Revival - Stephen King


Tengo bastante abandonado el blog, aunque no soy yo sólo, ya que la blogosfera anda en decadencia. No tengo mucho tiempo ni me apetece tratar temas más personales, por lo que me limito a las reseñas de libros y de algún cómic, aunque me dejo cosas en el tintero.

El caso es que con libros como Revival, que se me ha hecho algo pesada en algunos momentos,  aún me va a costar más el actualizar el blog. Soy seguidor de Stephen King desde hace unos treinta años, me he leído prácticamente todo lo que ha publicado, y encuentro pequeños detalles en sus novelas que hacen que, hasta en sus peores trabajos, siempre haya algo que rescatar y por lo que merezca la pena leerle.


En Revival, y de boca de Jamie Morton, iremos conociendo retazos de su vida desde su infancia, y de sus encuentros, a lo largo de diferentes momentos en el tiempo, con el Reverendo Jacobs. Un buen hombre obsesionado por la electricidad, que irá cambiando hasta convertirse en un personaje un tanto estereotipado, el típico científico loco.

La novela está escrita con ese tono que viene utilizando King en novelas como Joyland, pero en cuanto a su calidad está más cerca de trabajos como Dr Sueño o Mr Mercedes: historias un tanto flojas que no terminan de enganchar al lector. Muy correctas en su tempo y en el retrato social pero con poca chicha en el apartado argumental.

No dejamos, por otro lado, de encontrar esas interconexiones entre libros del Maestro. Esos detalles o referencias que tanto nos gusta descubrir a los Lectores Constantes del Tito. Veremos menciones a Castle Rock, al universo de la Torre Oscura e incluso a Apocalipsis, ya que menciona el tema Hang on Sloopy, interpretado por Larry Underwood en The Stand.


Revival tiene, no obstante,  momentos bastante interesantes, especialmente en su parte central, siendo algo más titubeante en su inicio y horrible en su final. Un final que, pese a su homenaje a un clásico, no me ha gustado nada. No he terminado de entender a qué venía a cuento, ya que no tiene que ver nada con el resto y me parece muy traído por los pelos.

Revival es una novela más que aceptable de cualquier forma, y estoy seguro que cualquier otro lector, al que no se le atragante el final como me ha pasado a mí, disfrutará de ella.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Libros leídos 2015 - 38 - El vigilante - Peter Terrin

Libros 1 al 10
- Libros 11 al 20
- Libros 21 al 30
- 31 - Los surfistas nazis deben morir - Edward Cross
- 32 - Y pese a todo (Extinction) - Juan De Dios Garduño
- 33 - Una hamburguesa para cenar - Javier Martos
- 34 - Otros reinos - Richard Matheson
- 35 - Naufragio en el tiempo - Georges Murcie
- 36 - Revividos - Ralph Barby
- 37 - El sustituto - Brenna Yovanoff
- 38 - El vigilante - Peter Terrin


"Harry casi nunca se descuida de este modo. Hablar de espaldas al sótano es peligrosísimo: sólo te oyes a ti, y obstaculizas la visión de tu compañero."

Los comentarios que había leído acerca de El vigilante, la novela del belga Peter Terrin, me parecieron lo suficientemente interesantes como para acercarme a esta novela. Lo cierto es que, aun con matices, su lectura ha merecido la pena.

Tenemos a dos vigilantes de un enorme edificio de apartamentos de lujo de alta seguridad. Michel es nuestro narrador, el otro se llama Harry. Viven aislados, bajo estrictas normas, en el sótano garaje del edificio durante turnos de decenas de meses, en los que son someramente aprovisionados desde el exterior cada cierto tiempo. No tienen contacto con el resto del mundo, ni noción del paso del tiempo, lo que tampoco parece importarles hasta que, de pronto, los residentes abandonan repentinamente el edificio, y, unido a esto, el aprovisionamiento llega cada vez con menos frecuencia.

Ambientada en un tiempo un tanto distópico, que bien podría ser el presente o un futuro próximo, los dos vigilantes no sabrán si se trata de una prueba a la que les está sometiendo la organización para la que trabajan, o si es que, realmente, ha pasado algo grave fuera y no tienen forma de enterarse.

portada original de El vigilante en flamenco

El estilo en que está escrito El vigilante es un tanto frío, marcando las distancias, de capítulos muy breves, de pequeños retazos. Es una narración tensa, que te va dosificando la información de forma inteligente y en la que, entre líneas, se puede leer una cierta crítica social a través de pequeñas señales: como el retrato de los habitantes del edificio. Por otro lado las complejas personalidades de cada uno de los vigilantes, un tanto psicóticas ambas, nos darán juego a la hora de interpretar, mediante sus reacciones, fantasías y la relación cambiante entre ellos, la desquiciada situación por la que están pasando.

Conforme avanza la novela la sucesión de hechos narrados es cada vez más esquizofrénica y paranoica, igual que la mente de los vigilantes,  y a mí se me ha hecho pesada en algunos momentos. Está bien plasmada la evolución de la psicosis de los personajes pero a mí me ha agobiado un poco. Ya me toca tratar con gente de todo pelaje a diario como para, encima, meterme de lleno en un puto sótano de locura. Por otro lado, el querer saber qué pasa, incita a seguir leyendo.

Sin embargo la última parte de la novela me parece una ida de bolo sin mucho sentido. Un desvarío en el que uno no sabe si lo que está pasando es real o si es fruto de la imaginación desbocada y desquiciada de los vigilantes. La estructura de la novela con capítulos de a lo mejor un par de líneas o un breve párrafo tampoco ayuda de mucho ahora.

La sensación que me ha dejado la novela es agridulce. Una primera parte que me ha encantado cómo empezaba, pero que luego me ha dejado con cara de no saber qué tipo de artefacto me había leído. Me ha recordado en algunos sentidos a Rascacielos, de J.G.Ballard, aunque sin llegar a estar a su altura.

En cualquier caso es una novela que merece la pena leer, de las que dejan buen poso lector.