Ayer se murió Fernando Fernán Gómez, actor, director de cine y teatro, escritor. Un hombre polivalente de una generación ya prácticamente desaparecida.
Hace mucho tiempo que no le seguía y me había decepcionado en algunos aspectos pero sigue siendo una persona a la que admiré y no deja de causarme una cierta tristeza su pérdida.
No deja de ser curioso porque ayer, al escuchar la noticia y haciendo memoria me dí cuenta de que es la única a la que le he pedido un autógrafo (aunque se me ocurren varios nombres a los que, en caso de haber tenido la ocasión, se lo hubiera pedido sin dudarlo).
Ha hecho papeles memorables en el cine y en mi caso me atrapó por la serie de El pícaro, una serie que dirigió, escribió y protagonizó que debieron de echar a finales de los sesenta en RTVE y que yo vi luego en los ochenta y que me encantó por su directa relación con obras del nivel de El lazarillo de tormes (me encanta), La celestina y obviamente la picaresca española.
En fin, como se suele decir que descanse en paz allá donde quiera que esté.
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