jueves, 5 de junio de 2008

Iscles

Así estaba Iscles hace más de cuarenta años



Así está ahora, en la primavera de 2008.



Tenía pendiente de subir estas fotos de la excursión que hicimos a la Ribagorza, en el Pirineo más oriental de Aragón. En este pueblo, Iscles, perdido de la mano de Dios y abandonado desde hace más de cuarenta años (como tantos otros pueblos de Aragón) se pegó mi madre de maestra un año en la década de los sesenta.

Fué un año muy duro, sin salir prácticamente del pueblo ya que sólo se llegaba a él andando o en caballerías a través del monte y no había ni luz ni agua corriente. Las casas eran con anchos muros de piedra, con ventanas de madera sin cristales y lóbregas y frías como los montañeses que las habitaban.

Ella no había vuelto a ir desde entonces y tenía ilusión por hacerlo. Esta primavera, todos esos años después, la acompañamos sus hijos para conocer nosotros el pueblo y que ella pudiera cerrar esa parte de su vida.

Al pueblo sólo se puede acceder hoy en día como antaño andando o con todo-terreno, pero sólo gente muy experta y que conozca muy bien el camino ya que la mayor parte del tiempo está impracticable.

Lo que mejor se mantiene es la iglesia y una casa, el resto está en total ruina.



Qué diferentes y qué duros eran los tiempos que les tocaron pasar a nuestros padres y abuelos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy chula las fotos, Al.
Es curioso comprobar, como el clero llegaba hasta el rincón las recóndito, con su inmenso cepillo.