El día D

Hoy es el 65º aniversario del desembarco de Normandía, uno de los hechos más relevantes de la Segunda Guerra Mundial.

Siempre he sido un gran aficionado a la historia, de hecho empecé la carrera universitaria, y uno de los temas que más me ha apasionado ha sido la Segunda Guerra Mundial.

Una guerra, pese a su dramatismo, no deja de tener un cierto atractivo en su parte más superficial. El mundo del cómic, el cine, la literatura o más recientemente los videojuegos han sabido atraparnos con historias de héroes, sacrificios, sufrimiento, etc.

Todas estas cosas que nos cuentan sobre las guerra no dejan de ser, en el fondo, mas que un triste envoltorio para la mierda tan grande que supone cualquier guerra.

No obstante una de las cosas que me ha atraído de esta parte de la historia (que influyó, y de qué manera, en la configuración del mundo del siglo XX) es que tal vez fuera uno de los últimos acontecimientos en que personas anónimas, por sus convicciones internas, al fin y al cabo en esta guerra había unos que eran los buenos y otros los malos, se metieron de lleno en una guerra que les costó, como poco, pasar penalidades durante los mejores años de su vida, cuando no terribles heridas o la muerte.

La foto que ilustra el post está tomada, por el famoso fotógrado Robert Cappa, desde el interior de una lancha de desembarco que se dirigía hacia la costa. Cappa llegó a la costa en una de las primeras oledas y sobre él, y sus compañeros, caía el fuego enemigo con todas sus fuerzas.

Así que, desde aquí, mando un recuerdo a todos esas personas, fuera cual fuera su nacionalidad o posición, que les tocó sufrir aquella terrible época.

Para todos aquellos que estéis interesados en la Segunda Guerra Mundial existen multitud de autores y libros que, desde todos los enfoques posibles, tocan el tema. En concreto yo recomiendo a Anthony Beevor, Corenlius Ryan y Stephen E. Ambrose.