miércoles, 2 de octubre de 2013

Libros leídos 2013 - 50 - 1Q84 (Libros 1 y 2) - Haruki Murakami

- Libros 1 al 10
- Libros 11 al 20
- Libros 21 al 30
- Libros 31 al 40
- 41 - Battle Royale - Koushun Takami
- 42 - El amantte de Janis Joplin - Elmer Mendoza
- 43 - Balas de plata - Elmer Mendoza
- 44 - Corazón de piedra. Hecatombe - Francisco José Palacios Gómez
- 45 - La prueba del ácido - Elmer Mendoza
- 46 - Ciudad Humana - Carlos J. LLuch
- 47 - La bibliotecaria de Auschwitz - Antonio G. Iturbe
- 48 - Patriotas - James Wesley Rawles
- 49 - La guerra de la doble muerte - Alejandro Castroguer
- 50 - 1Q84 (Libros 1 y 2) - Haruki Murakami


Es el mismo mundo que el que George Orwell describió en su novela. Pero,
como ya sabrás, no son pocos los que buscan por propia voluntad ese estado de muerte cerebral, ya que no hay duda de que así es más cómodo. No necesitan devanarse los sesos con complicaciones; sólo tienen que obedecer lo que les dicen los de arriba. Nunca se quedarán sin un medio de subsistencia. Para quien busca ese tipo de ambiente, la Academia Takashima seguramente sea una utopía.

Siempre me cuesta un horror reseñar libros de Murakami, en este caso no es una excepción. Voy a copiar alguna de las notas que fuí tomando e intentaré, en la medida de lo posible, darles forma.

Tenemos a dos personajes principales Tengo y Aomame, un chico y una chica de unos treinta años junto con una tercera persona, Fukaeri, una joven de diecisiete años. Como ya ha hecho en otros trabajos cada capítulo está dedicado a uno de los  personajes, iremos alternando la narración de dos historias diferentes hasta que, en algún momento a través de pequeñas señales, lleguen a converger. La parte de Tengo, en especial sus fascinantes conversaciones con Fukaeri,  me ha atraidp más que la de Aomame.

Imagen de Fukaeri

Aparte de las escasas conversaciones con sus
compañeros de la academia preparatoria, apenas hablaba con nadie. Y no es que esa vida le produjera insatisfacción. No, al contrario; se acercaba a su modelo ideal de vida. (Tengo)

La acción, al igual que en Crónica del pájaro....,  se desarrolla en 1984.  Los mundos paralelos, los seres fantásticos como la Little People, así como los lugares apartados, la búsqueda de algo o alguien, los recuerdos del pasado que se mezclan con el presente  y las personas solitarias forman parte del universo de esta novela. Esta extraña y habitual mezcolanza le sirve a Murakami para tratar temas como la vejez, las sectas, o la violencia, ya sea verbal o física, contra las mujeres o los niños.

Murakami es un tipo que necesita tomarse su tiempo para contar aquello que desea. En este caso 1Q84 es otro de esos libros con cerca de 700 páginas que, además tiene una segunda (tercera en realidad) parte. Como en casi toda su obra hay referencias recurrentes a la música, al cine, la literatura y, por supuesto, está muy presente la comida, el alcohol y el sexo, con atención especial a las pollas (no me apetece poner penes) y lo que se puede hacer con ellas, y a la forma y tamaño de los pechos. Murakami y sus obsesiones constantes que, por alguna razón, consiguen enganchar al lector, a mí al menos lo hace hasta explicando como prepara apio con mahonesa.

las dos lunas del mundo de 1Q84

Fuera su verdadero padre biológico o no, Tengo no tenía intención de recibir nada de ese hombre y ese hombre no tenía ninguna intención de legarle nada. Eran seres humanos con distintas procedencias que marchaban hacia lugares distintos. Por casualidad habían pasado varios años de sus vidas juntos. Eso era todo. Le daba lástima que hubiera sido así, pero no había nada que Tengo pudiera hacer al respecto.

No es una historia muy diferente a otras de Murakami. la encuentro cercana a obras como Kafka en la orilla, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo o El fin del mundo y un despiadado pais de las maravillas. En esto sentido quiero decir que, aunque no sea una historia muy diferente a otras que Murakami nos ha contado, la sensación que provoca la novela es como la de volver a pasear por un agradable sendero de montaña por el que, aunque hayamos pasado más de una vez, seguimos disfrutando con la belleza del camino.

Aunque, para no mentir, debo decir que este libro me ha resultado, en algunos momentos,  un tanto árido. Pero, sin embargo, en su conjunto, y muy especialmente en toda su parte final, es un novelón con todas las letras. En fin, ya sabéis, Murakami es una apuesta segura de disfrutar con buena literatura.

6 comentarios:

Meg dijo...

Tengo la sensación de estar perdiéndome algo importante con estos libros, pero me da pereza. Al final caerán, creo que me puedne gustar. Un besote!!

Ana Blasfuemia dijo...

Murakami me encanta, como dices tú (bien dicho, además) te omnubila hasta explicando cómo preparar el apio con mahonesa :) Lo que sí es verdad es que lo disfruto más cuando dejo un espacio de tiempo entre libro y libro suyo, y como acabo de leer no hace mucho "Después del terremoto", esperaré un poco hasta leer otro.

Gracias y un saludo!

David Gómez Hidalgo dijo...

Tú lo has dicho, no puedo añadir nada más, es un novelón y es como pasear por una camino de montaña que conoces, pero que siempre deseas recorrer.

:)

El libro III no me dejó tan buen sabor de boca :(

alcorze dijo...

Por lo que sé de tus gustos yo creo que te gustará, Meg.

Ana, yo también necesito dejar espacio entre sus libros. Este año llevo este y el de Después del terremoto así que, para el libro tercero me voy a dar un tiempo.

A ver qué tal el libro tercero, David, por lo que he visto en a sinopsis no sé si me gustará tanto. El personje de Ushikawa no me llama la atención.

David dijo...

Si no habéis leído "baila, baila, baila", os lo recomiendo. Al leer la crónica de este libro y los comentarios que habéis puesto me lo ha recordado. Si lo tuviera que definir con un adjetivo, sería hipnótico. No os arrepentiréis.

Enhorabuena por el blog, me paso de vez en cuando ;)

alcorze dijo...

No lo he leído todavía, David Gil, de momento, y hasta dentro de unos meses descansaré de Murakami. Pero vaya que mi siguietne lectura será o esa o el libro tercero de 1Q84. ¡Un saludo!