- 11 - Ha vuelto - Timur Vermes
- 12 - De Madrid al Zielo - Alfonso Zamora Llorente
- 13 - Los guionistas - Roberto Malo
- 14 - En el bosque bajo los cerezos en flor - Ango Sakaguchi
- 15 - Pizzería kamikaze y otros relatos - Etgar Keret
"Dos días después de haberme suicidado he encontrado trabajo en una pizzería que se llama Kamikaze y que forma parte de una cadena. El encargado de los turnos se ha portado muy bien conmigo y me ha ayudado además a encontrar un piso compartido con un alemán que trabaja en el mismo sitio. El trabajo no es gran cosa, pero como ocupación temporal no está nada mal, y en cuanto a este lugar, no sé... Siempre que se hablaba de la vida después de la muerte, de lo que habría, de lo que no, y de cosas por el estilo, yo nunca tenía una opinión clara."
No conocía a Etgar Keret, de hecho creo que, salvo temática relacionada con el Holocausto, nunca había leído a un escritor judío. El caso es que un libro con este titulo llama necesariamente la atención.
De todos los relatos Pizzeria Kamikaze, es el más largo, casi una novella y también el mejor, junto a El cóctel del infierno. Estos son los títulos que componen esta antología:
- La historia del conductor de autobús que quería ser Dios
- La chaladura de Nimrod
- El cóctel del Infierno
- Útero
- Pizzería Kamikaze
adaptación a cómic de Pizzería kamikaze a cargo de Asaf Hanuka
Son relatos breves, muy frescos, escritos en clave de un humor negro y absurdo, muy cercano a la Guía del autoestopista galáctico de Douglas Adamas, que a mí se me han hecho amenos por el tono tan coloquial y cercano con el que están contados.
Es un libro que se lee en un suspiro y, desde luego, es una opción interesante para leer algo distendido, sin más pretensiones que la de provocarnos una sonrisa y pasar un buen rato.
"Adi tenía una enfermedad, una enfermedad que le había hecho perderse varias cosas en la vida. No era esa clase de enfermedades que hacen que se te inflamen las amígdalas o cosas por el estilo, pero aun así le había causado a Adi mucho daño. La enfermedad esa hacía que Adi durmiera siempre diez minutos de más, y no había despertador que pudiera con ello. Por su culpa también llegaba todos los días tarde al trabajo en el Boca-Dos, por su culpa y por culpa de nuestro conductor, ese que prefería el bien común a los elogios y las buenas palabras que pudieran dedicarle."
3 comentarios:
Me llama eso de que se parezca a la de Douglas Adams.
Echale un vistazo David. Los relatos juegan con el absurdo y las situaciones irreales. Si cambiamos el purgatorio o las puertas del infierno por el espacio tenemos un tipo de relatos parecidos.
Me gustaría leer la adaptación al cómic, tengo algo olvidadas las novelas gráficas.
Saludos
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