- 1 - La peste escarlata - Jack London
El camino, de borroso trazado, seguía lo que en otro tiempo había sido el terraplén de una vía férrea que, desde hacía muchos años, ningún tren había recorrido. A derecha e izquierda, el bosque, que invadía e hinchaba las laderas del terraplén, envolvía el camino en una ola verde de árboles y matorrales.
Como sabéis los que pasáis por aquí, el género postapocaliptico, las distopías, ucronías y todo lo que tenga que ver con esa visión oscura de la sociedad futura me fascina. Leí este relato de Jack London por vez primera en 2009. Escrito en 1912 lo podríamos considerar como el precursor de todo este género que vendría más tarde sobre el fin del mundo y lo que sucedería con sus restos.
una de las ilustraciones de Luis Scafati
London era un tipo con una conciencia social muy arraigada, y escribió sobre muchas más cosas que Alaska y la fiebre del oro. En este relato realiza un homenaje a La máscara de la muerte roja, de Poe, retratando el fin de la humanidad tras una plaga conocida como La peste escarlata.
El argumento es sencillo. Nos encontramos con un anciano que junto a Edwin y otros de sus nietos les narra la historia, junto al fuego, de lo que sucedió en el verano de 2013, sesenta años antes, cuando la práctica totalidad de la humanidad, excepto unas decenas de personas, falleció a causa de una enfermedad llamada La peste escarlata.
London realiza una crítica sobre la sociedad ficticia de ese 2013 y sobre la maldad de la condición humana, condenada a repetir los mismos errores una y otra vez. Mediante su crónica, ese anciano intenta inculcar a sus nietos los conceptos del pasado, para que, en su primitivo estado actual no vuelvan a caer en errores como la guerra y las supersticiones o falsas creencias.
una vuelta a lo salvaje, arcos y flechas contra los grandes depredadores
Pese a que se nota el más de un siglo transcurrido, el relato sigue siendo fresco y muy atractivo y explora una línea de pensamiento que George R. Stewart seguiría con gran acierto en su magnífica novela La tierra permanece.
Otro gran plus de esta edición de La peste escarlata son las ilustraciones de Luis Scafati que acompañan al texto, que aun ubicadas de forma un tanto desordenada en mi opinión, invitan a perderse en ellas. Ilustrando perfectamente y dotando de mayor contenido las palabras de London.
En definitiva, una más que provechosa lectura de la que, a modo de conclusión, obtengo la idea de que el futuro de los libros en papel está en ediciones como ésta, ilustradas y editadas con estilo y cuidado, para lo demás tendremos el reader.
3 comentarios:
Me ha llamado la atención, me lo apunto :)
Espero que te guste Tamara, es todo un clásico.
Excelente London. Siempre es bueno leer algo suyo. Disfrute mucho este relato.
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