- Libros 11 al 20
- Libros 21 al 30
- Libros 31 al 40
- Libros 41 al 50
- Libros 51 al 60
- 61 - Rascacielos - J.G.Ballard
- 62 - El camino de las baldosas amarillas - Juan de Dios Garduño
- 63 - La hija del optimista - Eudora Welty
- 64 - Orilla intranquila - Víctor Blázquez
- 65 - Mañana será tierra - Alfredo Alamo
- 66 - Cenital - Emilio Bueso
- 67 - Los doce - Justin Cronin
"Pero de eso hacía mucho tiempo. Había sido una niña; después, una mujer, y luego ¿qué? La tercera Alicia, la Nueva Cosa, ni viral ni humana, sino ambas al mismo tiempo. Una amalgama, un compuesto, un ser aparte. Se desplazaba entre los virales como un espíritu invisible, formaba parte de ellos pero al mismo tiempo no, un fantasma para sus fantasmas. Por sus venas corría el virus, pero equilibrado por un segundo recibido de Amy, la Chica de Ninguna Parte; de uno de los doce frascos del laboratorio de Colorado, los demás destruidos por la propia Amy, arrojados a las llamas. La sangre de Amy le había salvado la vida, aunque en cierto modo no. La había transformado en la teniente Alicia Donadio, exploradora y tiradora de los Expedicionarios, el único ser de su clase que existía en todo el mundo."
Lo cierto es que tenía un poco olvidado El pasaje, el primer libro de esta trilogía, y me ha costado un poco entrar en Los Doce. Demasiadas páginas, personajes y sucesos como para retenerlos todos casi tres años después.
En Los doce vamos a ir dando saltos espacio temporales. Al año cero, por ejemplo. Viendo como creó el Gobierno de los Estados Unidos a Los Doce y cómo la infección empezó a extenderse cuando todo se descontroló, y los virales (vampiros mutantes) dominaron el continente. Tema que, hasta donde yo recuerdo, no fué muy explicado en el primer libro.
Pero no podemos dejar de lado que la acción, en el presente, continuando lo que sucedió al final de El pasaje, también es muy potente e interesante. Cronin nos presenta a la nueva sociedad de unos Estados Unidos que ya no existen tal como los conocemos, aunque siguen teniendo una cierta organización en lugares como Texas o Iowa. Conocemos escenas cotidianas, y terribles, de unos grupos de personas que han aprendido a "convivir" con los distintos tipos de virales. Aprovechando las horas diurnas para el duro trabajo y las nocturnas para encerrarse, intramuros, en zonas seguras y pelear por su supervivencia contra todo aquello que la amenace.
He disfrutado, y mucho, con el planteamiento de la novela. Recuperando a protagonistas del primer libro y conociendo a otros nuevos como Danny o El último resistente de Denver. Cronin, un tipo al que le gusta hacer trabajar y estar atento al lector, utiliza estos fragmentos sueltos para ir dándonos respuestas. Miguitas de información que necesitaremos más tarde para situar la historia en su conjunto y montar el inmenso y espectacular puzle que Cronin ha creado.
Los doce es una extraña amalgama de momentos de acción, conspiración y tensión sin tregua e, incluso, por qué no, de algo de ternura y humanidad entre tanto horror. Todo ello, aderazando diversas y complejas tramas argumentales en el tiempo, entre los humanos y los virales.
Tiene algunos giros que me han desconcertado, y cosas confusas, especialmente en lo referente a los Doce, y su escaso protagonismo en el libro junto a la lentitud de todo lo que transcurre en Iowa. De todas formas, teniendo en cuenta que El pasaje tenía 1.088 páginas y Los doce tiene 800, es normal que, como lector, acabe uno algo perdido ante tal avalancha de datos. Y si algo tengo claro, es que Cronin sí que sabe lo que nos quiere contar, y cómo dosificarlo y presentarlo. De hecho todos los diferentes hilos narrativos van confluyendo, poco a poco, hacia, al igual que sucedía con El Pasaje, un apoteósico, cinematográfico y coral acto final.
Por terminar y a modo de conclusión. Pese a que creo que la novela tiene un bajón de ritmo (y argumental), pasado su ecuador, esta segunda parte de la trilogía me ha gustado incluso más que la primera. Ahora toca esperar, con paciencia, a The City of Mirrors, el tercer y último volumen de la trilogía.
5 comentarios:
Sigo sin ver que sea positiva la reseña que me emocione leerla. En twitter seguí la lectura de dos de los lectores que sigo, y los dos dejaron la novela por la página 400 o así cansados un poco de que nos les contaran nada, o eso explicaron. No sé si se habían leído la primera parte, creo que sí,...
No sé, no me hace y eso que la reseña está bien argumentada.
Saludos
Tú sí que sabes leer entre líneas, David. Tanto el libro anterior, como éste, me gustaron mucho, me engancharon, pero en ambos salí con la sensación de que había demasiadas páginas para lo que me estaba contando. Lo que sucede es que lo bueno pesa más que lo malo, y, en este caso, lo bueno es muy bueno. Un abrazo.
Me lo regalaron, me había parecido que tenía una pintaza y luego me enteré que había otro delante.
Así que viendo el tamaño... tardaré
Besos
Tengo la primera parte apuntada, y según que cuentas, me apetece esperar a la tercera y leerlas seguidas, a modo de empacho lector.
Besos
mientrasleo, Cronin escribe bien, y son buenas historias con algunas partes muy buenas, pero, a mi modo de ver, le sobran páginas a ambos libros.
Aran, si te lees los tres seguidos serán casi 3000 páginas, sin duda un buen empacho lector de los que apatece darse de cuando en cuando.
Publicar un comentario