La invasión asiática continúa silenciosa y csda vez más fuerte, como en aquella película de los ladrones de cuerpos. Primero fueron aquellos pocos restaurantes chinos que había repartidos estratégicamente por la ciudad, continuaron con Humor amarillo en aquellas mañanas de resaca en Telecinco y ahora ya están en todas partes.
Casi sin darte cuenta se han ido haciendo con los todo a cien, tiendas de ropa, las pequeñas tiendas de alimentación y los bares de todo tipo, desde las cafeterías hasta los de tapas de toda la vida.
Poco bien que nos vienen ya que sus bares y tiendas están siempre abiertas y son los que antes abren y más tarde cierran y te salvan de más de un apuro, al margen de que te puedas comprar alguna cosa bastante barata. Aunque no hay que engañarse ya el que sean más baratos tiene una relación directa en muchos casos con la calidad de lo que venden.
El caso es que ahora que ya están por todas partes está comenzando, como en cualquier invasión alienígena que se precie, por introducirnos en su cultura y forma de vida lentamente. No contentos con hacernos adictos al rollito de primavera, a la ternera con salsa de ostras, a las cajas de cartón de colores y a las latas de cerveza frías de medio litro del Lidl a 60 céntimos ahora quieren cambiarnos el idioma del Quijote, de Lorca y de Antonio Resines, el Bruce Willis español, nuestra querida lengua castellana XDDDD
A las pruebas me remito que dentro de poco empezaremos a "esclibil" como ellos. Esto es lo que me encontré en uno de los chinos de la calle Santander el otro día. XDDD
4 comentarios:
En el futuro, todos seremos chinos, es una puta invasión. Lo mío con los chinos es una relación amor-odio, me parece fascinante su cultura pero ellos me parecen endogámicos, no se relacionan con nadie, me dan hasta un poco de miedo...Un saludo
pues vamos a fumarnos un chino o que???
¡¡Convoquemos a la resistencia!!
Qué perro y qué punki eres, Blas agudo XDD
Publicar un comentario