Libros leídos 2011 - 32 - División 250 - Tomás Salvador

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- 32 - División 250 - Tomás Salvador

División 250 se trata de una novela/crónica sobre la historia de La división azul (Blau Division), escrita por el prolífico autor español  Tomás Salvador.

Tomás Salvador es un autor que tocó multitud de géneros, casi siempre dentro de la novela . Yo leí, de muy joven, algunas novelas suyas como Cabo de vara o Las compañías blancas. La mayoría de ellas publicadas por la Editorial Reno. Tengo muchas ganas de leer La nave, una novela suya de ciencia ficción, que es considerada un clásico de la literatura española del género.

La División Azul es una parte bastante oscura y desconocida de la historia reciente de España. He conocido a gente cuyos padres o abuelos, estuvieron allí y siempre me llamó la atención de que, en plena posguerra, fueran varios miles de españoles a pegar tiros a las órdenes de Hitler contra Stalin.

Tras el final de la Guerra Civil española casi 45.000 españoles, voluntarios falangistas en su mayor parte, se alistaron en el Ejército alemán. Bien fuera para luchar contra el comunismo o por el simple hecho de que, tras tres años de guerra civil, no sabían hacer otra cosa que no fuera combatir.

Lógicamente fueron enviados al durísimo frente ruso y allí aguantaron varios años hasta que en 1943 la División Azul fué retirada del frente, repatriada a España y disuelta. Fué una orden de Franco, que veía la guerra de Alemania ya perdida, e iba a buscar nuevos amigos en los norteamericanos. Gracias a los  cuales tuvimos treinta años más de dictadura.

División 250 es una detallada y variada crónica de la historia de la División Azul narrada en forma de novela. Voy a citar unas palabras de Tomás Salvador, voluntario en la División Azul y por tanto partícipe en los hechos, que explican el porqué y el cómo escribió esta novela.

"Han pasado quince años y había olvidado muchas cosas. Y muchas decepciones han ocupado el lugar de los bríos de entonces."

"Cada capítulo corresponde a una acción, un hecho significativo, sea en el cuartel, el frente o la retaguardia. Y está narrado ab intra desde el pellejo de un combatiente, unas veces soldado, otras sargento, no pocas teniente o capitán, y, alguna, comandante. De coronel a general no me he atrevido, es la verdad. Estas situaciones corresponden, cronológicamente, a la historia de la División 250, llamada «División Azul», y son a modo de pinceladas de un gran cuadro, componiendo entre todas el retrato de la guerra."

La novela trasluce la admiración y camaradería del autor hacia los que fueran sus compañeros, pero no entra en temas políticos, algo que es de agradecer. Como digo es algo difícil del clasificar, ya que bascula entre la novela y la crónica. Para ésto se apoya en diferentes formatos,como el diario por ejemplo. Pasando por una narración de los hechos mediante frases y capítulos cortos, pero muy descriptivos, caracterizados por la casi total ausencia de diálogos.

Es una novela que me ha gustado por la reflexión que conlleva sobre lo absurdo de la guerra y la total ausencia de heroicidad o idealización del combate. Refleja perfectamente la soledad, tristeza y miedo del soldado así como los miles de aspectos ligados a una guerra como  la deserción, el combate, las cartas escritas y recibidas etc,

Puede hacerse algo pesada por el tema tratado y el lenguaje que utiliza, un castellano comedido y correcto de los años cincuenta, que tampoco es que digamos que sea la alegría de la huerta y ayude a hacer amena la lectura. Aunque, por otro lado,  a mí me agrada recuperar unas formas del lenguaje y palabra que, en algunos casos, han caído en desuso.

En fin, yo la recomiendo para todo aquel que le guste la literatura bélica o quiera conocer un poco más sobre la historia reciente de España y Europa.

Me quedo con este fragmento que, en uno de los pocos diálogos,  refleja como las personas somos capaces, aunque cada vez menos, de cambiar de opinión al ver cómo son las cosas en realidad:

«Chico, estoy sorprendido. Venía a Rusia lleno de imágenes lúgubres y me encuentro con un escenario folklórico: casitas de troncos, hierba sin segar en todos los rincones, aire puro, sol brillante y unos rusos con sus rubaskas encima de los calzones, graves, serviciales y llenos de religiosidad. No, no, claro; ya sé que Rusia no es sólo esto, un día de primavera, en las orillas del limen. Pero tampoco es el invierno eterno, las estepas castigadas por el viento y la nieve. Rusia es un mundo entero. Yo creo que son los hombres quienes entenebrecen las naciones. Pero los hombres pasan en seguida. Y con ellos sus ideas. Quedarán únicamente las praderas, las mismas praderas de antaño, y los lagos, y los ríos, y estos patos cruzando el cielo en bandadas. Te diré más: estoy amando a Rusia. En estas llanuras veo la tierra de Europa más parecida a España. Siento mucho que sus hombres sean enemigos de los nuestros, tan irremediablemente enemigos. Me gustaría...»