- 1 - Mr Mercedes - Stephen King
- 2 - Alcohol de quemar - Miguel Mena
- 3 - Bajo la piel - Michel Faber
- 4 - HHhH - Laurent Binet
- 5 - I Hispano Antología Zombie - Varios Autores
- 6 - Horrores del mañana - Luis Bermer
- 7 - Los 100 - Kass Morgan
- 8 - Creosota - J. Daniel Aragonés Cuesta
- 9 - El fuerte - Bernard Cornwell
"Wer alles verteidigt, verteidigt nichts"
Federico II el Grande, Rey de Prusia
"Quien lo defiende todo, no defiende nada."
"Muchos años antes, cuando luchaba por los holandeses, McLean había sido capturado por los franceses y le habían hecho prisionero. Aquello no había sido desagradable. Los franceses habían sido generosos y le trataron con cortesía. Se preguntó cómo se comportarían los americanos y sintió temor, mientras se comía las duras judías medio crudas, porque estaba a punto de averiguarlo. Al día siguiente."
Disfruté mucho de adolescente con las novelas de aventuras de autores como Verne, Coopper o Salgari; ambientadas algunas de ellas en la Norteamérica del siglo XVIII. Con aquellas narraciones en las que las expediciones de exploradores,las guerras entre franceses e ingleses, los indios o la propia guerra de la Independencia norteamericana hacían volar mi imaginación.
Me apetecía releer sobre una época de cambios tan fascinante como aquella, y me he decantado por esta ficción histórica. En El fuerte conoceremos un suceso bélico que tuvo lugar en el verano de 1779. Se trata de la
batalla de la Bahía del río Penobscot que, apoyada en documentos históricos, es narrada en forma de ficción por Bernard Cornwell. Un Cornwell, al que no conocía, que es un narrador más que solvente al que espero volver a acercarme.
pintura de Tom Lovell sobre la batalla de la bahía del Penobscot
En esta batalla, una enorme flota rebelde de varios miles de hombres asedió, durante días, el fuerte de Majabigwaduce, defendido por tropas británicas. Dando lugar a una de las batallas más sonadas que tuvieron lugar durante la guerra de la independencia de las colonias británicas de Norteamérica.
Fragatas, goletas, bergantines, gabarras, balandras, chalupas. Navíos de todo tipo y condición tomaron parte en esta batalla naval y terrestre. Cañones, mosquetes, y hachas fueron algunas de las armas. Cornwell, que es un experimentado escritor de este género, se recrea realizando una detallada descripción tanto de la situación socio-política como de los usos y costumbres de la época. Retrato que complementa incorporando fragmentos de documentos reales tales como órdenes, edictos o cartas.
Una de las primeras banderas del Cuerpo de Marines de Estados Unidos, en la que se ve una serpiente con el lema "No me pises"
En un bando tenemos a los británicos, los casacas rojas. Su jefe, el experimentado brigadier general Francis McLean, al mando de 700 soldados escoceses de los regimientos 74º y 82º. Con sus tropas estableció un fuerte en dicha bahía, para así evitar que los rebeldes norteamericanos atacasen a los mercantes británicos.
En el otro bando tenemos a los rebeldes americanos. Un heterogéneo grupo de soldados de la Marina Continental, las milicias de Massachussetts y voluntarios de todo tipo. Entre sus jefes el general Wadsworth, un buen soldado, que se vió contrarrestado por la ineptitud de colegas como el coronel Revere, acomodado, inepto y presuntuoso y superiores como el general Lovell, cuya falta de sentido táctico fue nefasto, o el comodoro Saltonstall.
Cornwell es inglés, y podría dar la impresión de que su retrato de los americanos como confiados, arrogantes y mal organizados y, por ende, mucho menos preparados que los británicos, sea parcial, pero lo cierto es que los americanos eran muchos más, tenían más cañones y barcos e, inexplicablemente, perdieron la batalla.
La buena descripción efectuada de los protagonistas de la batalla, en especial de algunos de los comandantes de cada ejército, es básica para entender la narración, ya que su forma de ser, su psicología, tienen mucho que ver en una batalla tan táctica como aquella, en la que los soldados se veían limitados por las lentas armas de fuego y la falta de información provocada por las comunicaciones realizadas mediante mensajeros.
El baile de la espada (Sword Dance), realizado por los soldados escoceses antes de la lucha
"Detrás de Campbell, el cielo se iba encendiendo con una luz de un gris lobuno, pero los altos tallos del maíz cubrían con su sombra a sus hombres mientras iban formando la línea. Sus mosquetes estaban cargados, pero no amartillados. Se oyó un roce de metal sobre metal cuando los hombres encajaron y giraron las bayonetas en las bocas de las armas. Las bayonetas eran hojas de casi cuarenta y cinco centímetros, todas afiladas a mala conciencia. La batería estaba a sólo un centenar de pasos, pero los rebeldes aún no habían visto a los soldados que vestían kilts. Iain Campbell desenvainó su espada escocesa y sonrió en la semioscuridad."
La novela es entretenida, bien documentada y estructurada y se lee de forma cómoda, ya que Cornwell va haciendo una presentación tanto de los lugares como de los personajes que permiten al lector hacerse una composición de la narración.
Asalto a Penobscot - pintura del Mayor Charles Waterhouse
En este sentido transmite muy bien todas las batallas, tanto la estrategia y la táctica como el carácter de sus participantes y sabe cuando acelerar el paso de la narración. No quiero olvidarme de mencionar la más que interesante nota histórica final de Cornwell. Un detalle que siempre he agradecido en este tipo de lecturas.
Sin duda El fuerte resulta una novela más que apropiada para los amantes de la ficción histórica, las novelas de aventuras y de la buena literatura en general.