The Kansas City Public Library
Como se acaba el año y se supone que es un momento para mirar atrás (aunque yo prefiero mirar hacia delante), voy a hacer un pequeño resumen de lo leído en 2014.
A grandes rasgos salgo muy contento de este año. Han sido, hasta hoy, 56 libros, y dudo de que en esta semana, y con vacaciones de por medio, me acabe alguno de los que tengo entre manos.
La cifra de lecturas es menor que otras veces, pero no desentona con el número de títulos que me vengo a leer en un año. La nota media ha sido de 7,4, un buen resultado teniendo en cuenta que no siempre se acierta. También es posible que califique al alza, pero cincos pelados y suspensos he puesto alguno.
máquina antisubjetividad
En papel he leído 24 títulos y 32 en ebook (la comodidad y el precio es lo que tienen). En su mayoría me he dejado seducir por los autores españoles: 37 lecturas, siete de ellos eran aragoneses (en este aspecto tengo que "mejorar").
El autor al que más he leído ha sido Roberto Malo seguido de Darío Vilas. el motivo es obvio: ambos, cada uno en su estilo, consiguen llegarme con su forma de escribir.
Entre los descubrimientos del año, además del propio Darío Vilas están Kiko Labiano, que me encantó con Invierno humano, y Jesús Carrasco, que logró sobrecogerme en los lejanos primeros días de enero con Intemperie.
He leído muchas antologías, demasiadas. He terminado saturándome de ediciones en las que se publican relatos, de quince o veinte autores diferentes, con un nivel de los relatos habitualmente bajo salvo excepciones. En este sentido me quedo con las antologías de relatos de un solo autor, con este tipo de selecciones siempre he disfrutado mucho más.
todo está en los libros
En cualquier caso voy a obviar nombrar los libros que menos me gustaron, los que, aún gustándome, me decepcionaron o aquellos que no pude ni terminar y, por tanto, reseñar.
Por último, y como jota de despedida, voy con mis tres mejores lecturas del año:
En primer lugar Vidas infinitas de David Jasso. Una colección de microrrelatos en los que me sumergí en una de las sesiones lectoras más agradables que recuerdo últimamente.
En segundo lugar un clásico: Malevil de Robert Merle, Una relectura a esta novela francesa de ciencia ficción postapocalíptica que volvió a cautivarme.
En tercer lugar se lo doy a Jesús Carrasco, que logró sobrecogerme y encogerme un poco el corazón con Intemperie.
No muy lejos andarían, además de los mencionados Kiko Labiano y Darío Vilas, Alejandro Castroguer con El Manantial, Juan José Plans y su impactante El juego de los niños o Víctor Blázquez cerrando su trilogía de El cuarto jinete con Destrucción masiva.
Si no publico ninguna entrada más pasad una estupenda y divertida Nochevieja y os deseo un Feliz 2015.